HISTORIA DE UN CLUB DECANO Y TRABAJO DE UN ROTARIO ILUSTRE

Por EGD Tulio Uribe P.

Hoy como hace 82 años nos volvemos a reunir para dignificar la creación del primer Rotary Club en el Perú, todo esto gracias a un señor Ilustre, profundamente humano y comprensivo,  que el mundo conoció con el nombre de Fernando Carbajal Segura quien al recibir el encargo del entonces embajador del Perú en los EE.UU, Don Federico Alfonso Pezet, rotario en Nueva York, aceptó la misión que se le encargara, porque Fernando Carbajal sintió y comprendió que el mundo requería una orientación distinta que era la que preconizaba un gran líder visionario Paul Harris.

Es así como el 18 de Julio de 1920 reúne a 11 amigos de distintas actividades con los cuales fundado el primer Club rotario en el Perú el “Rotary Club de Lima”. Recibió su carta Constitutiva el 1ro. de Junio de 1922.

La labor encomendada a Fernando Carbajal no fue fácil  y al igual que hoy, todo club tiene dificultades en los primeros tiempos, también los hubo en el Rotary Club de Lima del cual Fernando Carvajal era secretario. Refiere una anécdota que después de muchas discusiones en el transcurso de los primeros meses y desalentados porque no podían conseguir mayor éxito, porque sus ideas no se traducían en realización practica, pidieron desistir del proyecto, comisionando al secretario de acuerdo con el Presidente para escribir a Rotary International sobre su decisión de desistir del Club Rotario.

Otro gran reto para Don Fernando Carvajal ¿Cómo decir que no podía formar un Club rotario en Lima? Habiendo informado anteriormente a R.I. de su formación ¿Cómo quedaría su calidad de lídery hombre de bien? Es así que le dice al Sr. Coloma que fungía de Presidente, cambiemos de lugar de reunión “Vamos al restaurante del Zoológico, para ver si asisten por lo menos aquellos que asistieron a la reunión anterior y en ese momento concretaremos los términos de la carta.

Llegó el día y cuán grande fue la sorpresa de presidente y secretario provicionales al ver que casi la totalidad de socios estaba sentado para disfrutar de las agradables reuniones por el ideal de servicio.

Esa carta de cancelación ya no tenía sentido y el club empezó a brillar como una nueva estrella en él firmamento rotario.

Don Fernando inicia sus actividades con el cargo de secretario, que no abandonó durante catorce años, hasta que fue “destituido” y nombrado Presidente por aclamación. No le quedó más remedio – escribe Jorge M. Zegarra. Exdirector de R.I.- que abandonar su modesto puesto de trabajo para aceptar a regañadientes uno más brillante.

Desde el primer número de “La Voz Rotaria” (Agosto de 1926), fue el director de este Boletín por ocho años, hasta 1934, época en que fue elegido Presidente del Club.

En el año 1935 – 1936 fue Gobernador del Distrito 71 de R.I. (Perú).

Fue Director de R.I. por Iberoamérica y 1er. Vicepresidente de R.I. (1939-1940). Presidió el comité que organizó la Convención Interamericana de Rotary en La Habana en 1940.

Presidió el Consejo de Legislación de R.I. en la Convención de Denver en 1941. Fue miembro del comité de R.I. para ayuda a rotarios (en casos de desastres) en 1941 – 1942, así como de diversos otros Comités.

Fue editor, conjuntamente con el Ing. Jorge M. Zegarra y dirigió personalmente la Revista “Rotario Peruano”, desde su primer número en 1936, hasta su fallecimiento, dedicó sin desmayo su esfuerzo personal. Esta Revista es el órgano del rotarismo peruano, en sus tres distritos.

En la Convención Internacional de Toronto fue elegido Presidente de Rotary International para el período 1942-1943. Era el periodo más critico de la Segunda Guerra Mundial y en un mundo caótico le tocó a Don Fernando desempeñarse con su acostumbrado tacto y su calidad humana. El 10 de Septiembre de 1942, en un almuerzo que se le ofreció dijo:

“Yo no sé si tendré o no tendré éxito en mi labor; lo único que si sé y puedo aseguraros, es que dedicaré a ella todos mis esfuerzos y todos los minutos de mi existencia”.

Su programa de acción como Presidente Internacional fue condensado en las siguientes decisiones en las cuales se aprecia permanente actualidad y se mantienen imperativas para Rotary:

FUNDAR POR LO MENOS UN NUEVO CLUB EN CADA DISTRITO EN EL AÑO QUE SE INICIA.

NO DEJAR MORIR UN SOLO CLUB.

NO PERMITIR QUE NINGÚN CLUB PIERDA SOCIOS.